
Proceso formativo permanente e integral
La educación cristiana requiere que el educador sea un hombre de espíritu, que tenga un espíritu grande para ayudar no solo a los jovencitos de las escuelas sino también a los seglares, con ejemplo y doctrina, para abrazar el verdadero camino del paraíso.
EP 4321
El Colegio Calasanz de Managua, está en constante proceso formativo para cultivar la identidad del educador escolapio, de tal manera que sea referencia para la tarea educadora y evangelizadora que define la Misión Escolapia, abierto siempre a la innovación y a la mejora continua.
Así como el apóstol ha recibido una llamada de Dios para anunciar el Evangelio, el maestro ha de tener “un gran espíritu y una vocación particular (…) porque se encontrarán con otras dificultades que se de derivan de una vida mortificada por el trato obligado con muchachos, trabajosa por el continuo esfuerzo y despreciable a los ojos de la carne, que considera la educación de los niños pobres (Tonti, 24)
Ningún maestro puede educar; es decir, transmitir la vida si antes no la ha recibido de lo alto. Desde esta perspectiva, San José de Calasanz, concibe al maestro como una persona de una sólida vida espiritual, porque más educa el estilo de vida que las palabras.
Calasanz decía que “el crédito de las escuelas está en tener buenos maestros” (EP 49) y ello no se puede hacer sin una selección muy cuidadosa y una buena formación integral.
Con esta convicción el padre Yefrin Vargas, Sch. P., Rector y Superior de la Comunidad Escolapia, ha manifestado una gran preocupación por la formación de los educadores de nuestro Centro Educativo.
El padre Rector tiene una clara convicción de que es necesario formar a los educadores en clave de identidad Escolapia. Si se consigue que los educadores se identifiquen con la idea fundacional de San José de Calasanz y con el proyecto actual, mejorará la calidad del servicio educativo que se ofrece.
¡Unámonos a este esfuerzo y continuemos el sueño de Calasanz junto a la Comunidad Religiosa!
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