La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El Colegio Calasanz de Managua, en sintonía con la Iglesia universal, celebró el inicio de la Cuaresma con el signo de la ceniza. Tanto alumnos como docentes y personal no docente, participaron de este signo, que no es un rito mágico, ni de protección especial como muchos podrían considerarlo. La ceniza simboliza a la vez el pecado y la fragilidad del hombre.

El P. Yefrin Vargas, Sch. P. exhortaba a los alumnos a la práctica asidua de la oración, recordando la frase de San José de Calasanz que dice: «No es amigo de Dios quien no lo es de la oración», esta práctica es clave en este tiempo de Cuaresma, junto con el ayuno y la caridad.

El fruto más importante de un Miércoles de Ceniza bien comprendido es la conversión. Precisamente las palabras que posiblemente serán pronunciadas en el momento de la Imposición de la Ceniza son las siguientes: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Es importante tomar en cuenta estas palabras.

El Ritual de la Imposición de la Ceniza tiene por fin, entonces, llevarnos a la conversión. Y ¿qué es convertirse? Nos lo explica la Primera Lectura del Profeta Joel: “Vuélvanse a mí de todo corazón…Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en clemencia”.

Convertirse es volverse a Dios: regresar a Dios o acercarse más a Él. ¿Cuánto tiempo toma convertirse? La conversión es un programa de toda la vida. Todos “sin excepción” necesitamos convertirnos: hasta el más santo puede todavía ser más santo aún.

El verdadero espíritu de la Cuaresma, la cual dimos inicio, está en estas palabras: conversión, arrepentimiento y humildad.

¿Cómo llegar a este espíritu cuaresmal? Jesucristo nos indica en el Evangelio los medios especiales para ser humildes, para arrepentirnos y para convertirnos. Son la oración, la penitencia o el ayuno, y la limosna.

Durante estos cuarenta días que nos preparan para la Semana Santa, intensifiquemos nuestra oración. Exhortaba el padre Rector.

Meditemos en este tiempo de gracia y reconciliémonos con Dios.

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Autor: Calasanz Managua