
Un 31 de mayo Glicerio había llegado a las Escuelas Pías, era el año de 1612. Justo al cumplirse 319 años de su ingreso, el 31 de mayo de 1931, el papa Pío XI declaró la heroicidad de sus virtudes confiriendo a Glicerio Landriani el título de venerable.
Glicerio Landriani vio en las Escuelas Pías una oportunidad de REINICIAR, para los niños
pobres de Roma.
El 31 de mayo de 1612, después de reflexionarlo en ejercicios espirituales, Glicerio ingresó al grupo que más tarde se convertiría en la Orden de las Escuelas Pías. A los cuatro meses
escribió a su pariente, el cardenal Federico Borromeo:
“Me encuentro en las Escuelas Pías, donde concurren
cerca de ochocientos niños y jóvenes… Ahora espero
que el Señor quiera servirse de mí para esta obra suya,
la cual es tan importante que me sorprende, porque
estos hijos de los pobres, que solían andar por las
plazas sin ningún freno de temor de Dios, dándose en
prenda a cada deshonestidad de palabras y de actos
horrendos, ahora se retiran del ocio y del mal y con
la ayuda divina se ocupan en ejercicios y por el
espíritu en el conocimiento de la doctrina cristiana.”
Cinco años después recibió el hábito escolapio para iniciar su noviciado, donde el padre Pedro Casani sería su maestro.
Desde nuestra presencia en Managua, Nicaragua, celebramos con gran alegría este día. Agradecemos a Dios, el don del Movimiento Calasanz.